Tirada en un prado totalmente cubierto de césped, pero a la vez, y sin explicación alguna, puedo oír las olas romper en un acantilado. Huele a mar. El sol brilla como nunca. Rápidamente se hace de noche, ahora son la luna y las estrellas las que iluminan el cielo...
-¡Despierta!- Grita una voz de fondo.
Lo consiguió... Me despertó...
-Siempre en tu mundo, ¿Cuándo vas a ver que la vida no es ningún sueño?
Una y otra vez me repiten esta misma frase. Y la respuesta es, que ya sé que la vida no es ningún sueño, pero tampoco creo que sea tan gris como la pintan. Y si fuera tan gris... entonces, ¿Por qué no soñar un poco? No es malo, sólo unos minutos para poder imaginar, para meternos en nuestras burbujas, donde podemos cambiar el mundo como queramos, nuestro mundo. Sólo un ratito... ¿no?
