lunes, 16 de noviembre de 2009

Carta en el buzón

Sábado, 14 de noviembre, eran las siete de la tarde, ya estaba casi lista para salir, solo me quedaban unos pequeños toques de maquillaje. Cogí las llaves, el bolso y salí, pero antes miré el buzón. Había una carta... Era de ELLA... Ya hacía dos años que se fue, y ni siquiera sabía dónde, dos años en los que no supe nada de aquella chica con la que pasé tantos años de mi infancia.

Abrí el sobre, saqué la carta, era rosa, en eso no había cambiado... Y comencé a leerla:

Querida Caroline,

Sé que me odias por no haber hablado contigo en estos dos años y que no me vas a perdonar por ello, pero es que todo este tiempo ha pasado volando, he hecho tantas cosas y este lugar es tan bello, no podrías imaginártelo, o quizás si...

Cierra los ojos… Ahora mismo estoy sentada en una cafetería, que creo recordar que se llama Arnolstrafe, el camarero me está sirviendo un café solo, como siempre me ha gustado, puedo oler su aroma, el es mejor café que he provado nunca, de fondo, puedo escuchar el sonido de las campanas, son las cinco de la tarde, también oigo a los niños corretear por la plaza, las casas, rojas, amarillas y blancas, muy típicas toscanas la rodean, al fondo, una serie de puestecillos de frutas, pescados, flores... que hay todos los miércoles y si agudizo mi oído puedo oír como el tendero del puesto de las flores intenta vender una rosa a una joven vestida con su uniforme del colegio.

Y si, desde la plaza, sigues la calle mayor hacia abajo llegamos a la playa, una playa de agua cristalina que deja apreciar pequeños bancos de peces que nadan sin dirección alguna, en la orilla en la zona de las rocas siempre encuentro un grupillo de chicos buscando cangrejitos debajo de éstas.

Si te giras 180º podrás contemplar unas magestuosas montañas, verdes en un totalidad y en la cima de una de éstas hay una pequeña casita, ahora deshabitada.

Bueno ya es hora de despedirme prometo no tardar tanto la próxima vez.

Muchos besos

P.D.: Mira dentro del sobre.

Solté la carta, miré dentro del sobre, había unas fotos, las cogí, era aquel lugar tal y como me lo había imaginado, incluso más bonito aun.

Mire en la parte de atrás, ELLA no se había olvidado de mi, en cada una de las fotos estaba marcada la fecha en la que se hizo y justo abajo unas pequeñas notas dirigidas a mí. Entré en casa, me senté, leí una y otra vez la carta, cada una de aquellas dedicatorias, era como si estuviese allí, como si yo fuera ELLA, la que estaba sentada en la cafetería, la que podía oler el aroma del café, la que podía oír esas campanas marcando las cinco de la tarde…

5 comentarios:

Kraveneger dijo...

que mala amiga

Natalia* dijo...

pero... te gusta :)

Caroline** dijo...

que preciiiosidad nataa ! *-*

espero no ser la amiga desaparecida ! o eres tu la amiga desaparecida??

no me siento identificada porque no dice por ningun lado que tenga una bici rosa y una casita de seta...

cuando te inspiras me encantas ^^

INSPIRATE MAS A MENUDO !

ti amo :)

Natalia* dijo...

de verad?^^
jajaj pues me inspire cuando estabamos estudiando lengua...

No, eres tu tranquila, no creo que me llevase dos años son saber de ti... o eso espero ¬¬

xD

Caroline** dijo...

jajaja te voy un comentario que ni te esperas lo vas a leer y vas a sorprenderte:

yo quiero una bici rosa

^^

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